martes, 27 de noviembre de 2018

Aprendí a quererte


























Aprendí a quererte

Me encandile de tus letras con pasos agigantados.
Y con verdades sin tretas acabamos maravillados.

Pero no fueron ellas las que mi amor conquistaron
que fuero las largas horas que sentires alimentaron.
Entre las interrupciones, ordenado a los empleados.
Y yo en mis clases dejando, alguien para sus cuidados.

Charlas tan amenas, de tiempos ricos como tú dices, ricos.
Amándonos sin barreras al completo, como niños chicos.

Pero ven y dime que me quieres y dímelo muy bajito
que nadie se entere que para mí sola lo necesito.
No saquemos a la calle pregones sobre amores.
Que todo pregón se daña, por los celos traidores.

Pero ven dime que me quieres y dímelo nuevamente.
Que cada vez que lo escucho, te amo más profundamente.

Y en cada segundo mío siempre te tengo presente
es tanto lo que te quiero que estas ya eternamente.
Si me dejas que te cuente, un segundo sin tus besos.
Te diré que eres mi vida más que mi vida, mis rezos.

Que vivo cada segundo soñando que nos queremos.
Y mira si imagino que ya no duermo hasta no vernos.

Saber que te necesito sobra que ya te lo cuente
como sobraría el pensar tu deseo constantemente.
Estamos enamorados, pues bendita sea la suerte,
que Dios en ti me ha otorgado al llegar a conocerte.

Te amo más que a mi vida, me dices y yo te escucho.
Y escuchándote bien siento que te amo mucho, mucho.

Pero dime que me quieres y dímelo muy bajito,
que quiero seguir escuchando hasta llegar la infinito-
Son tantos tus valores y tan grande tu cariño
que me atrapaste a ti, como el pastel al niño.

Y aun siendo tan bellas e incomparables tus letras,
yo no me enamore del poema, me enamore del poeta.

De ese que cada noche me va buscando en su sueño.
Al que le ofrezco mi vida, porque de ella ya es dueño.
Hombre que a mí me ofrece lo que tiene en complacencia
y no necesito nada , me sobra y vasta con su presencia.

Es mi razón de vida, por amarle cada segundo presente.
Labro y camino mis días, por tenerle eternamente.

Pero ven dime que me quieres y dímelo muy cerquita
Mientras me vas deseando, con esa ansia infinita.
Y no me ofrezcas un reino, ni una simple corona
que solo quiero tenerte, al completo tu persona.

Que no me gustan los lujos, ni los dotes sin sentidos,
que quiero vivir la vida, los dos por siempre unidos.

Pero dime que me quieres y dímelo entre besos
Mientras muero en tus brazos prendida, a tus embelesos.


Autor-@- Francis Falcón..





No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL AGUA

EL AGUA Yo cuento estrellas mientras me voy imaginando el agua que presurosa por tu piel va resbalando. Tus...